Por: Nuria Schwebel
Antes de hablar de lo destructivas que pueden ser las emociones, quisiera puntualizar que
tanto el pensamiento como la emoción humana, su conducta y reacciones no pueden
de ninguna manera polarizarse al grado de separarlas estrictamente en positivo
y negativo. El ser humano es complejo y de ninguna manera anda por dos bandos,
los buenos y los malos. El ser humano es diverso, versátil, adaptable, está
lleno de matices. Por lo tanto, no es destructivo sentir ira, como no lo es
sentir alegría.
Entonces ¿Cuándo llega una emoción a ser destructiva? De acuerdo a Alan
Wallace, a través de Daniel Goleman dice “las emociones destructivas son
aquellas que dañan a los demás o a nosotros mismos” (D.Goleman, 2003, p. 87).
Es probable que esta definición sea demasiado general. Abre muchas preguntas
como ¿Cuándo empieza una emoción a dañar?
Las emociones nos ayudan a reaccionar ante un evento o situación. Las
emociones ocurren rápidamente, derivadas de una evaluación automática, de poca
conciencia y con cambios involuntarios en expresión y fisiología. Gross (2007).
Pero no dejan de ser inmediatas, con una duración relativa, cuando esta
duración es más prolongada, es decir, se vuelve una actitud cognitiva, de
acuerdo con los conceptos de Fernández Abascal (1998) o esquemas de acuerdo con
Riso (2008); un esquema o una actitud cognitiva errónea o negativa, es decir
cuando deja de ser un instante y se vuelve un estado, donde intervienen
factores de duración, profundidad o intensidad; es decir cuando la emoción no
pasa, sino que se estanca y se vuelve un estilo de vida, entonces la emoción
daña.
Goleman (2003) habla de estados mentales, muy de acuerdo con el
budismo, donde enuncia como destructivos estados mentales como baja autoestima,
exceso de confianza, resentimiento, celos y envidia, falta de compresión,
desconfianza.
Dichos esquemas, pueden incrementar,
y su base es simplemente que son formas en que se estructura el pensamiento.
Sin duda, este momento sería
propicio para enlistar las emociones
destructivas. Hay seis principales Aflicciones Mentales: apego o deseo,
ira, orgullo, ignorancia e ilusión, duda y visiones erróneas. Allan Wallace
(2003)
Coincido con la lista, sin duda pero
no me gustaría limitarla a estas. Yo creo que toda emoción que sea liberada y
que no pueda ser controlarla, y que en vez de esto, se vuelve controladora y
regidora del pensamiento, es considerada destructiva.
Pero no solo la hostilidad, la depresión
o ansiedad destruyen, también lo hace un amor desenfrenado, una alegría
incontrolable e incluso una tranquilidad extrema puede dañar a uno mismo o a
alguien más. Es decir las emociones, divididas en positivas y negativas, ambas
pueden llegar a ser destructivas, lo destructivo es lo improductivo.
No te pierdas mañana la segunda
parte: ¿Cómo daña una emoción?
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